Cultura Latina a través de las obras de Jessica Alazraki-una entrevista con Jessica Alazraki
Ciencias de la Comunicación, Publicidad, Diseño gráfico y Dirección de Arte son especialidades que se relacionan y se complementan. ¿Qué te motivó a estudiarlas y cómo describirías tu etapa profesional cuando decidiste mudarte de México a Nueva York?
Empecé a trabajar en publicidad en el Departamento Creativo cuando era muy joven mientras estudiaba la licenciatura en la Ciudad de México. Fui redactora durante muchos años, pero siempre me atrajeron las imágenes y disfruté trabajar en estrecha colaboración con los directores de arte. Cuando me mudé a Nueva York, me contrataron como redactora publicitaria para el mercado hispano de los Estados Unidos. Eventualmente, estudié Diseño Gráfico en Parsons por la noche, mientras trabajaba durante el día y, afortunadamente, pude cambiarme a dirección de arte. Recuerdo estar muy agradecida y emocionada por esa oportunidad.
A partir de la maternidad comenzaste a trabajar freelance y tomaste clases de dibujo. ¿Consideras este momento tu primer interés por el arte o ya venías pensándolo desde hace tiempo?
Sí, eso fue precisamente lo que pasó. Tomé una clase de dibujo solo para tener un espacio adulto y creativo, y también esperaba ganar dinero haciendo guiones gráficos. No tengo un sentido natural de la proporción como la mayoría de los dibujantes hábiles, así que nunca pensé que sería lo mío; sin embargo, en cuanto comencé, me enamoré inmediatamente y supe que pasaría el resto de mi vida como artista. Pensé que era un cambio terrible, pero no pude evitarlo. Soy demasiado apasionada por la pintura.
Ser inmigrante y tener esa emoción nostálgica es crucial para mi obra. No fue una motivación, fue más bien un sentimiento; surgió de forma natural pues es lo que soy y lo que conozco.
Estudiaste en la Academia de Arte de Nueva York, específicamente dibujo y pintura, etapa en la que te interesaste también por la figuración. ¿Cómo se conecta esta etapa con tu obra actual?
Pasé muchos años aprendiendo anatomía y pintura de figuras. Nunca me sentí confiada al respecto pues no tengo un sentido natural de la proporción. Sin embargo, estaba fascinada y sabía que, aunque nunca tuve el objetivo de hacer trabajos fotorrealistas o ser precisa con el dibujo, cuantas más herramientas tienes, mejor se torna el trabajo. Siempre doy prioridad a la emoción frente a la realidad objetiva, pero también quería que los retratos tuvieran dimensión y sofisticación, y el aprendizaje en la academia me dio ese poder. Además de la técnica también aprendí a buscar mi voz como artista.
¿Cuál fue la exhibición que te mostró públicamente como artista? ¿Crees que significó un punto de gira en tu carrera?
Sí, por supuesto. La exposición individual La Familia en Black Wall Street Gallery en el 2021 lo cambió todo para mí. El show se vendió en su totalidad, conocí a la mayoría de mis coleccionistas en ese momento y comencé a trabajar con personas increíbles. Siempre atesoraré esos días. Me abrió la puerta.
Por lo general los títulos de tus obras poseen una narrativa literal de lo que se observa en la pintura. ¿Cómo los seleccionas: antes o después de terminar la pieza?
Nunca pienso mucho en eso. Selecciono el título después de terminar una pintura. Mis hijos piensan que son divertidísimos, lo cual tomo como un cumplido, pero no se colocan premeditadamente. Hacerlos lo más sencillos posible es solo una forma de reconocerlos: se trata de la narrativa y los colores primarios.
Aunque utilizas referencias fotográficas para crear, no las copias directamente ni realizas sketches. ¿Cómo manejas la libertad creativa durante el proceso y cuáles son los límites que desafías?
Dibujar no es para mí, creo que en el lienzo debe aparecer mucha personalidad, y soy hiperactiva, espontánea e impaciente. Siempre empiezo con un rostro y trabajo en torno a él sin saber el resultado. Me encanta la libertad de mi proceso y la sorpresa de cómo terminará luciendo. Es más fácil tirar algo al lienzo, empezar a reaccionar y construirlo sobre la marcha. De lo contrario, no puedo hacerlo. También la crudeza y los primeros trazos son siempre mi mejor trabajo. Eso es lo que hace que mi obra sea fresca y llena de carácter.
Viviendo en Nueva York, la dinámica del arte es siempre agitada, en ocasiones dentro de un ambiente competitivo. ¿Te sientes parte de este ambiente o prefieres un poco más de tranquilidad?
Estoy enamorada de Nueva York. Me siento libre, cómoda en mi piel, enérgica, feliz, ambiciosa y productiva. Sí, reconozco que es cara y competitiva, pero nunca la cambiaría por ninguna otra ciudad. Siento que las ciudades más lentas son aburridas. Creo que viajar por el mundo es importante, aprecio la naturaleza y desearía pasar los veranos en la playa, pero Nueva York es mi hogar.
Eres mujer, madre, emigrante y artista. ¿Cuáles son los mayores retos a los que te has enfrentado para desarrollar tu carrera profesional?
Bueno, el mundo del arte es brutal y cortante. Cada uno tiene un viaje diferente porque es tu vida, no un trabajo. Es por ello por lo que es tan desafiante y no ofrece un salario mensual como otros trabajos. Uno de los retos de la maternidad es que perdí muchos años productivos y comencé un poco tarde debido a mi trabajo anterior; pero al mismo tiempo, eso es lo que pinto sobre ser madre e inmigrante. Esos sentimientos y esa perspectiva de vida es lo que trato de comunicar con mi obra. Esa es mi esencia.
Escenas coloridas de familias mexicanas en la cotidianidad es el tema principal en tu obra, destacando niños, perros y gatos, estos dos últimos mirando casi siempre frontal al espectador. ¿Qué te motivó a pintarlos y cómo desarrollas el argumento “cinematográfico”?
Ser inmigrante y tener esa emoción nostálgica es crucial para mi obra. No fue una motivación, fue más bien un sentimiento; surgió de forma natural pues es lo que soy y lo que conozco. El argumento cinematográfico viene en mi ADN ya que trabajaba en publicidad, me encanta el cine y mi familia en México se dedica al entretenimiento. Mi abuelo fue director de cine.
¿Cuáles son tus aspiraciones profesionales más inmediatas?
Soy ambiciosa, me encanta estar ocupada y bajo presión. Pinto todos los días y soy muy prolífica, así que me gusta tener muchas cosas en marcha. Quiero aumentar mi red de coleccionistas, vender más obras y conseguir más reconocimiento a través de museos e instituciones. La pintura es la devoción de mi vida. Quiero seguir construyendo una carrera sólida que pueda ser sostenible y, con suerte, que se tome en serio.
De tu colaboración con Multiplo va a nacer una nueva versión de una de tus obras más destacadas que va a permitir expandirte hacia otros soportes y coleccionistas. ¿Cuál ha sido el proceso de trabajo para este proyecto en específico, incluyendo la selección de la pieza?
Multiplo seleccionó la pieza y yo quedé encantada. Trabajar con ellos ha sido un placer. La impresión tiene una calidad extraordinaria y espero que sigamos colaborando.